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Alberto José Borregales, nacido el 3 de julio de 1957 en Caracas, Venezuela, es uno de los percusionistas más influyentes del país, con una trayectoria que abarca más de cuatro décadas en la música popular, la docencia y el pensamiento crítico. Su formación académica lo llevó a egresar de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde desarrolló una tesis sobre el poeta cubano Nicolás Guillén y el son afrocubano. En su posgrado, rindió tributo a la obra del escritor Guillermo Cabrera Infante, integrando literatura, identidad y música en una visión profunda de la cultura caribeña.
Como músico, Borregales ha sido maestro del timbal, la conga y el bongó, y ha enseñado a generaciones de percusionistas los ritmos esenciales de la tradición afrolatina: cha-cha, mozambique, rumba (yambú, guaguancó y columbia), bomba, comparsa, songo, pilón, 6/8 y salsa en clave 2-3 y 3-2. Su enfoque pedagógico incluye no solo técnica instrumental, sino también historia, musicología y filosofía del ritmo, con referencias constantes a figuras como Fernando Ortiz, Amadeo Roldán, Alejo Carpentier y otros pilares de la cultura afrocubana.
Borregales ha formado parte de agrupaciones emblemáticas como Adrenalina Caribe, Sabor Latino, Sietecuero, La Banda y su Salsa Joven, La Cosa Pública, Guaco, Aditus, Yordano y El Trabuco Venezolano. Su participación en discos como Pico y Pala (Adrenalina Caribe), Rojo Sangre (Sietecuero), Fiesta en el Barrio (Sabor Latino), Maduro... (Guaco), Algo Eléctrico (Aditus), Lunas (Yordano) y Señor Tiempo (con El Trabuco) lo consolidan como un ejecutante versátil y profundo, capaz de moverse entre salsa dura, latin jazz, pop y música experimental.
Además de su carrera como músico, Borregales ha sido ensayista y filósofo, con publicaciones sobre biopolítica, subjetividad y crítica cultural. Ha escrito para medios como El Nacional, Versión Final y Eastwebside, y ha dictado talleres en el Sistema de Orquestas de Venezuela, integrando pensamiento y ejecución en una propuesta educativa única.
Su legado no solo vive en los discos y escenarios, sino también en las aulas, en los ensayos y en las conversaciones que ha sostenido con músicos, estudiantes y pensadores. Su frase emblemática —“La charanga no es un ritmo… la charanga es la orquesta que interpreta el cha-cha”— resume su visión: la música como lenguaje, como historia, como identidad.
Nombre completo: Julio “Julito” Collazo
Nacimiento: 1925, La Habana, Cuba
Fallecimiento: 5 de marzo de 2004, Nueva York, Estados Unidos (a los 78 años)
Orígenes y primeros pasos
Nacido en un entorno profundamente musical en La Habana, Julito se inició en la percusión a muy temprana edad, tocando los tambores batá desde los quince años. Su conexión con la religión yoruba y la santería lo llevó a convertirse en uno de los más grandes intérpretes y guardianes de la música ritual afrocubana.
Salto internacional
Durante la década de 1950 emigró a los Estados Unidos como parte de una gira con la compañía de danza de Katherine Dunham. Una vez instalado en Nueva York, fue parte clave en la expansión y preservación de los ritmos afrocubanos en el exilio, en una época en que apenas comenzaban a florecer las fusiones entre el jazz y las tradiciones del Caribe.
Trayectoria musical
Julito se convirtió en referente obligado de los batá, colaborando con figuras como:
Participó en múltiples grabaciones que mostraban su virtuosismo tanto en contextos rituales como en fusiones más modernas. Su presencia en escenarios de jazz, salsa y música afrocubana marcó escuela.
Vida espiritual y enseñanza
Además de ser músico, Julito fue sacerdote de la santería, y dedicó buena parte de su vida a formar a nuevas generaciones en la práctica sagrada de los tambores batá. Su conocimiento profundo de los toques, cantos y rituales lo convirtió en una figura central en la transmisión de la cultura yoruba en América.
Grabaciones destacadas
Legado
Julito Collazo falleció en 2004, dejando un legado sonoro, espiritual y pedagógico invaluable. Fue puente entre el rito y la tarima, entre la raíz y la evolución. Hasta hoy es venerado como uno de los máximos exponentes del tambor sagrado fuera de Cuba.
Nombre completo: Cándido de Guerra Camero
Nacimiento: 22 de abril de 1921, La Habana, Cuba
Fallecimiento: 7 de noviembre de 2020, Nueva York, EE. UU. (a los 99 años)
Orígenes y primeros pasos
Desde niño mostró inclinación por la música. Su padre le fabricó sus primeros bongós con latas de leche condensada forradas en cuero. También aprendió a tocar el tres cubano, lo que le dio una base melódica que luego aplicaría a la tumbadora. A los 14 años ya tocaba profesionalmente en agrupaciones de son en La Habana.
Salto internacional
En 1946 emigró a Estados Unidos acompañando a un grupo de baile cubano. Como no podían costear a dos músicos, Cándido decidió tocar congas y bongós al mismo tiempo, algo nunca antes visto. Este acto de innovación lo catapultó como un fenómeno en la escena neoyorquina.
Trayectoria y colaboraciones
Discografía destacada
Reconocimientos
Estilo y legado
Cándido fue un arquitecto del ritmo: técnico, melódico y siempre innovador. Su capacidad para fusionar tradición afrocubana con jazz moderno lo convirtió en un referente mundial. Tocó hasta los 99 años, con una energía y precisión que desafiaban el tiempo.
Nombre completo: Ramón “Mongo” Santamaría Rodríguez
Nacimiento: 7 de abril de 1922, barrio Jesús María, La Habana, Cuba
Fallecimiento: 1 de febrero de 2003, Miami, Estados Unidos (a los 80 años)
Orígenes y primeros pasos
Nacido en un barrio popular y profundamente musical, Mongo creció rodeado de rumberos, comparsas y toques de bembé. Su abuela materna cocinaba para ceremonias santeras, y fue allí donde Mongo tuvo su primer contacto con los tambores. Abandonó los estudios temprano para dedicarse a la música, comenzando con el bongó y luego con la conga.
Inicios profesionales en Cuba
Debutó profesionalmente con el Conjunto Boloña y tocó en cabarets como el Tropicana, compartiendo escena con Chano Pozo. También formó parte de agrupaciones como Los Jóvenes del Cayo, el Conjunto Matamoros, y la Sonora Matancera. Su sonido fuerte y definido lo hizo destacar rápidamente.
Salto internacional
En 1948 viajó a México con un grupo de baile y participó en la película Cuando el alba llegue, junto a Benny Moré. Luego se trasladó a Nueva York, donde comenzó a trabajar con orquestas como la de Pérez Prado y más tarde con Tito Puente, con quien grabó discos clásicos como Top Percussion.
Consagración en EE. UU.
En 1958 se unió al vibrafonista Cal Tjader, y junto a Willie Bobo revolucionaron la escena de San Francisco. En 1962 grabó su versión de Watermelon Man (de Herbie Hancock), que se convirtió en un éxito comercial y lo catapultó al estrellato. También compuso el clásico Afro Blue, que fue versionado por John Coltrane y se convirtió en un estándar del jazz.
Estilo y legado
Mongo fusionó ritmos afrocubanos con jazz, soul, funk y rhythm & blues. Su estilo era potente, melódico y profundamente espiritual. Fue pionero en llevar la conga al centro del escenario del jazz internacional, y su influencia se extiende desde Carlos Santana hasta Chick Corea.
Reconocimientos
Últimos años y fallecimiento
Mongo continuó grabando y presentándose hasta finales de los años 90. Falleció en 2003 en Miami, dejando un legado inmenso en la música latina y el jazz moderno.
Nombre completo: Miguel Aurelio Díaz Zayas
Nombre artístico: Miguel “Angá” Díaz
Nacimiento: 15 de junio de 1961, San Juan y Martínez, Pinar del Río, Cuba
Fallecimiento: 9 de agosto de 2006, Barcelona, España
Orígenes y formación
Creció en un ambiente de rumba y tradición afrocubana. Su formación combinó lo académico (Escuela Nacional de Arte) con lo callejero, aprendiendo de viejos tumbadores como Titino. Desde joven mostró una técnica única y una sensibilidad rítmica fuera de serie.
Trayectoria artística
Estilo y legado
Angá fue un ciclón sobre los cueros: fusionó jazz, rumba, hip-hop, flamenco y música brasileña con una técnica impecable y un sonido melódico. Su estilo era tan visual como musical: teatral, preciso y lleno de alma. Lo llamaban “el nuevo Chano Pozo” por su energía y creatividad.
Últimos años y proyectos
Radicado en Europa, fundó el grupo Angá Fusión Brasil MPB Jazz Cubano, con músicos de Argentina, Brasil y Cuba. Estaba por integrarse al proyecto New Flamenco Sound de Chano Domínguez cuando falleció repentinamente a los 45 años.
Frase para cerrar su leyenda
“Angá no tocaba congas… las congas eran su voz.”
Nombre completo: Federico Arístides Soto Alejo
Nombre artístico: Tata Güines
Nacimiento: 30 de junio de 1930, Güines, Cuba
Fallecimiento: 4 de febrero de 2008, La Habana, Cuba
Orígenes y primeros pasos
Nacido en el barrio Leguina del pueblo de Güines, en una familia de músicos. Su padre, Joseíto “El Tresero”, tocaba el tres y dirigía el Sexteto Partagás. Desde niño mostró inclinación por la música, fabricando sus primeros instrumentos con latas de chorizo y leche condensada. Aprendió contrabajo con su tío Dionisio Martínez, pero fue la tumbadora la que lo consagró.
Trayectoria artística
Comenzó como bongosero y contrabajista en el grupo Ases del Ritmo, pero su talento con la tumbadora lo llevó a destacarse rápidamente. En los años 50 grabó con Cachao, Chico O’Farrill, Frank Emilio, y otros grandes. Tocó con orquestas como Fajardo y sus Estrellas, La Sensación, La Gloria Matancera, y acompañó a figuras como Benny Moré, Celina y Reutilio, y Guillermo Portabales.
Estilo y legado
Tata desarrolló una técnica única, tocando con los dedos y las uñas, y elevó la tumbadora a un nivel protagónico en la música cubana. Fue considerado el sucesor espiritual de Chano Pozo, y uno de los pilares del jazz afrocubano. En 1964 fundó su grupo Los Tata Güinitos, y más adelante colaboró con Irakere, Emiliano Salvador, y Angá Díaz.
Reconocimiento internacional
Realizó giras por EE. UU., México, Venezuela y Europa. Se presentó en escenarios como el Carnegie Hall y el Olympia de París, y ofreció charlas sobre percusión cubana. Su influencia trascendió géneros y generaciones.
Premios y distinciones
Fallecimiento y legado
Murió a los 77 años debido a problemas renales y de presión arterial. Su tumbao sigue vivo en cada golpe de cuero, y su nombre es sinónimo de maestría, sabor y respeto en el mundo de la percusión.
Nombre completo: Pedro Izquierdo Padrón
Nombre artístico: Pello el Afrokán
Nacimiento: 7 de enero de 1933, La Habana, Cuba
Fallecimiento: 11 de septiembre de 2000, La Habana, Cuba
Orígenes y primeros pasos
Nacido en el barrio Jesús María, creció en un entorno profundamente musical. Su padre fue percusionista y sus hermanos, rumberos activos. A los 12 años debutó en el Teatro Martí junto a sus hermanos Gilberto y Roberto, marcando el inicio de una carrera artística precoz y vibrante.
Trayectoria artística
Durante los años 50 y principios de los 60, Pello participó en agrupaciones como Los Tambores de Trinidad Torregosa y el conjunto de Jesús Pérez. También trabajó en jingles comerciales y espectáculos teatrales. Su gran salto llegó en 1963, cuando presentó por primera vez el ritmo Mozambique en el programa Ritmo de Juventud, y luego lo llevó a los carnavales habaneros con la comparsa de la FEU.
El Mozambique: su legado rítmico
El Mozambique fue una creación revolucionaria: una mezcla de conga, rumba, toques de los iyesá y metales, con una coreografía propia. Pello diseñó una batería de tambores con nombres y afinaciones específicas, y desarrolló una puesta en escena que combinaba música, danza y teatralidad. Este ritmo se convirtió en un fenómeno social y musical en Cuba durante los años 60.
Reconocimiento internacional
Pello y su grupo llevaron el Mozambique a escenarios como el Olympia de París y el Carnegie Hall. Su música alternaba en fiestas juveniles con artistas como The Beatles y Paul Anka, demostrando su impacto cultural más allá de Cuba.
Obras destacadas
Últimos años y legado
Aunque el auge del Mozambique disminuyó con la llegada de nuevas corrientes como el songo y la timba, Pello siguió activo como músico, maestro y figura de referencia. Falleció en 2000, pero su legado sigue vivo en la percusión afrocubana y en la memoria de los carnavales habaneros.
Nombre completo: Luciano Pozo González
Nacimiento: 7 de enero de 1915, La Habana, Cuba
Fallecimiento: 3 de diciembre de 1948, Harlem, Nueva York, EE. UU.
Orígenes y juventud
Chano nació en el barrio de La Habana conocido como El África Solar, un entorno marcado por la pobreza y la espiritualidad afrocubana. Desde joven mostró un talento natural para el tambor, influenciado por la santería y la tradición Abakuá, de la cual era miembro. Su infancia estuvo marcada por la pérdida de su madre y una vida dura en la calle, lo que lo llevó a un reformatorio donde perfeccionó su técnica en la percusión.
Carrera en Cuba
Antes de emigrar, Chano ya era una figura reconocida en la escena musical cubana. Participó en comparsas, espectáculos como Congo Pantera en el cabaret Tropicana, y compuso temas como “Blén Blén Blén” y “Pin Pin Pin”. Su estilo mezclaba la rumba, el guaguancó y los cantos sagrados yorubas con una energía escénica única.
Salto a Estados Unidos y revolución musical
En 1946 viajó a Nueva York, donde fue recomendado por Mario Bauzá a Dizzy Gillespie. Su ingreso a la big band de Gillespie marcó un hito: fue el primer percusionista afrocubano en integrar una orquesta de jazz estadounidense. Juntos crearon piezas legendarias como “Manteca” y “Tin Tin Deo”, dando origen al cubop, la fusión del bebop con ritmos afrocubanos.
Estilo y legado
Chano no solo tocaba congas: las hacía hablar. Su dominio de los tambores batá, su teatralidad, su fuerza espiritual y su capacidad de improvisación lo convirtieron en un revolucionario del ritmo. Fue influencia directa para generaciones de percusionistas y abrió las puertas del jazz a la percusión afrocubana.
Muerte trágica
El 3 de diciembre de 1948, Chano fue asesinado en un bar de Harlem tras una discusión. Tenía solo 33 años. Su muerte fue lamentada por artistas como Benny Moré, quien lo homenajeó en la canción “Rumberos de ayer”. Sus restos fueron trasladados a La Habana y sepultados en el Cementerio de Colón.
Frase para cerrar su leyenda
“Chano no tocaba la conga… la conga hablaba a través de él.”
Nombre completo: Ernesto Antonio Puente Jr.
Nacimiento: 20 de abril de 1923, Nueva York, EE. UU.
Fallecimiento: 1 de junio de 2000, Nueva York
Instrumentos: Timbales, vibráfono, marimba, saxofón alto, piano
Géneros: Mambo, jazz latino, salsa, chachachá, guaracha, bolero
De bailarín frustrado a leyenda del tambor
Hijo de padres puertorriqueños, Tito creció en el barrio latino de Harlem. De niño soñaba con ser bailarín, pero una lesión lo llevó a cambiar de rumbo y abrazar la música. A los 10 años ya tocaba percusión, y en su adolescencia se unió a orquestas como la de Noro Morales y Machito.
Tras servir en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, estudió en la prestigiosa Juilliard School, donde se formó en dirección, orquestación y teoría musical.
El Rey del Timbal
En 1948 fundó su propia banda, y en 1949 lanzó el éxito “Abaniquito”, seguido por el icónico “Ran Kan Kan”. Durante los años 50, en plena fiebre del mambo, Tito se convirtió en una figura central del Palladium Ballroom de Nueva York, compartiendo tarima con Machito y Tito Rodríguez.
Su estilo fusionó la energía del jazz con los ritmos afrocubanos, y su dominio de los timbales lo convirtió en un espectáculo en sí mismo. Grabó más de 100 discos, ganó 5 premios Grammy, y compuso clásicos como “Oye cómo va”, inmortalizado por Carlos Santana.
Legado
Tito Puente no solo fue un músico brillante, sino un embajador de la música latina en el mundo. Colaboró con gigantes como Celia Cruz, Dizzy Gillespie y La Lupe, y dejó una huella imborrable en la historia del jazz latino y la salsa.
Falleció en el año 2000, pero su legado sigue vivo en cada golpe de timbal y en cada orquesta que honra su nombre
Nombre completo: Carlos Valdés Galán
Nacimiento: 4 de noviembre de 1926, Los Sitios, La Habana, Cuba
Fallecimiento: 4 de diciembre de 2007, Cleveland, Ohio, EE.UU.
Instrumentos: Congas, bongó, cajón, tres, marímbula, shekere
Géneros: Rumba cubana, son, jazz afrocubano, salsa
Trayectoria musical
Innovador y maestro
Presencia internacional
Legado
“Patato no solo tocaba congas… las hacía cantar.”
Nacimiento: 18 de enero de 1948, Casablanca, La Habana, Cuba
Fallecimiento: 6 de junio de 2025, La Habana, Cuba
Nacionalidad: Cubana
Instrumentos: Timbales, congas, bongó, campanas, címbalos, batería
Trayectoria musical
Labor pedagógica y reconocimiento internacional
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